Durante su reciente reunión anual, el Consejo Empresarial Español para el Desarrollo Sostenible ratificó la sostenibilidad como un elemento fundamental para la competitividad y la confianza en el entorno empresarial. Este consejo, integrado por presidentes y consejeros delegados de 50 grandes compañías y presidido por Forética, destacó la importancia de impulsar la transición energética, optimizar la adaptación a eventos climáticos extremos y reforzar las estrategias sostenibles en la gestión hídrica.
En su reciente encuentro anual, el Consejo Empresarial Español para el Desarrollo Sostenible reafirmó la sostenibilidad como un pilar esencial para la competitividad y la confianza en el ámbito empresarial. Este consejo, compuesto por presidentes y consejeros delegados de 50 grandes empresas y liderado por Forética, enfatizó la necesidad de acelerar la transición energética, mejorar la adaptación a fenómenos climáticos extremos y fortalecer estrategias sostenibles en la gestión del agua.
Durante la sesión, celebrada en el Campus Iberdrola, se presentó una declaración que subraya la urgencia de actuar frente a la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y las crecientes desigualdades. Los líderes empresariales reafirmaron su compromiso con acciones decididas ante estos desafíos y destacaron la responsabilidad de operar bajo los más altos estándares de buen gobierno y transparencia. Además, se enfatizó la necesidad de intensificar las medidas de adaptación ante el agravamiento de los fenómenos climáticos extremos, manifestando solidaridad con las personas afectadas por desastres naturales recientes y reconociendo la destacada respuesta solidaria de empresas, organizaciones sociales y la ciudadanía.
El Consejo subrayó que el agua es un recurso natural crítico para los ecosistemas y el desarrollo económico. En España, una región especialmente vulnerable al estrés hídrico, es esencial promover estrategias hídricas sostenibles, invertir en infraestructuras y en tecnologías innovadoras. También se destacó que el éxito de la transición energética requiere el respaldo de la sociedad civil para garantizar beneficios ambientales, económicos y sociales.
Como resultado del trabajo de sus comisiones, el Consejo presentó dos informes clave sobre los desafíos prioritarios en España desde la perspectiva empresarial. La Comisión Net-Zero dio a conocer el documento «La transición energética, las empresas y la sociedad civil: una relación catalizadora», que enfatiza el papel fundamental de la sociedad en el impulso de la transición energética. Por su parte, la Comisión Equity Action expuso el informe «Liderazgo empresarial para aumentar la prosperidad. Una llamada a la acción», en el que se resalta la necesidad de adecuar la formación del talento a los cambios del mercado laboral, impulsar el desarrollo de tecnologías responsables, incluyendo la adopción de la inteligencia artificial, y garantizar el acceso equitativo a productos y servicios esenciales.
El Consejo también ha puesto especial énfasis en la gestión sostenible del agua, instando a liderar estrategias hídricas con objetivos ambiciosos y promover alianzas que garanticen un uso eficiente del recurso, con especial atención a comunidades vulnerables.
Desde su creación, bajo la presidencia honorífica de S.M. el rey Felipe VI, el Consejo agrupa a los principales representantes de destacadas empresas como Accenture, Adif, Airbus, Amazon, Banco Santander, Iberdrola, Microsoft y Naturgy, entre otras. Su trabajo está alineado con la hoja de ruta «Visión 2050. El momento de la transformación», que establece una agenda empresarial para lograr un mundo sostenible, en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París.
Desde su constitución, con la presidencia honorífica de S.M. el rey Felipe VI, el Consejo reúne a los máximos representantes de destacadas compañías como Accenture, Adif, Airbus, Amazon, Banco Santander, Iberdrola, Microsoft y Naturgy, entre otras. Su labor se alinea con la hoja de ruta «Visión 2050. El momento de la transformación», que establece una agenda empresarial para alcanzar un mundo sostenible, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París.
Además, el Consejo subraya la relevancia de la colaboración entre el sector público y privado, así como con la sociedad civil, para confrontar los desafíos ambientales y sociales de manera eficaz. Solo mediante alianzas y esfuerzos coordinados se podrán aplicar soluciones integrales que logren un impacto positivo y perdurable.
En este contexto, el Consejo insta a todas las compañías a evaluar y mejorar constantemente sus prácticas de sostenibilidad, definiendo metas claras y medibles, y comunicando sus progresos de forma transparente. La rendición de cuentas y la transparencia son esenciales para generar confianza entre los stakeholders y la sociedad en general.
De igual manera, se destaca la importancia de invertir en la formación y desarrollo del talento, garantizando que los trabajadores posean las habilidades y conocimientos necesarios para contribuir a la sostenibilidad y adaptarse a las exigencias de un mercado laboral en continuo cambio. La educación y la capacitación son pilares fundamentales para fomentar la innovación y la competitividad en un mundo cada vez más enfocado en la sostenibilidad.
El Consejo también resalta la importancia de adoptar tecnologías responsables y sostenibles, como la inteligencia artificial, para optimizar la eficiencia operativa y minimizar el impacto ambiental. La innovación tecnológica debe alinearse con principios éticos y sostenibles, asegurando que su aplicación favorezca tanto a las empresas como a la sociedad en general.
El Consejo también subraya la importancia de adoptar tecnologías responsables y sostenibles, incluyendo la inteligencia artificial, para mejorar la eficiencia operativa y reducir el impacto ambiental. La innovación tecnológica debe ir de la mano con principios éticos y sostenibles, garantizando que su implementación beneficie tanto a las empresas como a la sociedad en su conjunto.
Finalmente, el Consejo reafirma su compromiso de liderar con el ejemplo, demostrando que es posible lograr un crecimiento económico sostenible y equitativo. Al integrar la sostenibilidad en el núcleo de sus estrategias, las empresas pueden generar valor a largo plazo para sus accionistas, empleados, clientes y la sociedad en general, contribuyendo a un futuro más próspero y sostenible para todos.