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Eludir el Congreso: La estrategia de Sánchez ante el gasto en defensa

El líder del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha admitido por primera vez que «probablemente no» someterá a discusión en la Cámara de Diputados el tema del incremento del gasto en defensa sugerido para cumplir con las obligaciones establecidas por la OTAN y la Unión Europea. Esta afirmación, hecha en el transcurso de varias reuniones con miembros de diversos partidos políticos, pone en evidencia los retos que enfrenta el Ejecutivo para lograr un acuerdo sobre este tema en un panorama político caracterizado por la división y los conflictos.

El vocero del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Néstor Rego, planteó directamente a Sánchez la pregunta de si el incremento del presupuesto de defensa se discutiría en el Parlamento. Como respuesta, el presidente reconoció que, por el momento, la estrategia del Gobierno es eludir el Congreso para prevenir un posible estancamiento. Esta actitud pone de manifiesto las tensiones existentes dentro de la coalición gubernamental y con los aliados en el Parlamento, muchos de los cuales han expresado su oposición a destinar más fondos al sector de defensa.

Un panorama de discordias internas y externas

La iniciativa de incrementar el presupuesto militar ha sido vista con escepticismo por parte de diversos aliados de investidura de Sánchez. Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), manifestó su oposición a la medida y criticó la escasa información brindada por el Ejecutivo. Según Rufián, el Gobierno no ha explicado adecuadamente ni los montos propuestos ni la velocidad del aumento del presupuesto, lo cual suscita interrogantes sobre la necesidad de este gasto extra.

La propuesta de aumentar el gasto militar ha sido recibida con escepticismo por varios de los socios de investidura de Sánchez. Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), expresó su desacuerdo con la medida y criticó la falta de información proporcionada por el Ejecutivo. Según Rufián, el Gobierno no ha justificado suficientemente ni las cifras propuestas ni el ritmo de incremento del presupuesto, lo que genera dudas sobre la necesidad de este gasto adicional.

De su lado, Podemos, a través de su secretaria general, Ione Belarra, asumió una posición más firme calificando el incremento del gasto en defensa como un «error catastrófico». Belarra reprochó al Gobierno por dar prioridad a una «tendencia belicista» que podría poner en riesgo el bienestar social y los derechos en España. Afirmó que esta decisión «pone en peligro» al propio Ejecutivo al armonizarse con políticas que, a su juicio, benefician a la derecha y la extrema derecha.

Respaldo restringido y cuestionamientos estratégicos

Apoyos limitados y dudas estratégicas

Simultáneamente, Junts per Catalunya describió los encuentros con Sánchez como «informativos» y optó por no adoptar una postura definitiva hasta que el Gobierno aclare su plan de acción. Este partido, al igual que otros, demanda transparencia y asegurarse de que el incremento del gasto no perjudique otras áreas importantes del presupuesto estatal.

Bildu se hace presente en La Moncloa

Bildu entra en escena en La Moncloa

EH Bildu, uno de los aliados más constantes del Gobierno en la presente legislatura, manifestó su inquietud respecto al incremento del gasto militar, aunque también se mostró dispuesto a considerar las propuestas del Ejecutivo. La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, indicó que el contexto internacional exige una reflexión sobre la política de defensa, pero insistió en que cualquier decisión debe tomarse con responsabilidad y transparencia.

Un trayecto indefinido hacia el 2% del PIB

El compromiso de España con la OTAN de asignar el 2% del PIB al gasto militar sigue siendo un tema polémico. Según Sánchez, el aumento se llevará a cabo de forma gradual, pero aún no ha detallado las cifras ni el calendario para lograr esta meta. Esta falta de información ha provocado críticas tanto dentro como fuera del Congreso, ya que muchos opinan que un asunto de tal relevancia debería ser ampliamente debatido en la Cámara Baja.

El Partido Popular (PP), por su parte, ha reprochado al Gobierno la falta de un plan definido en el ámbito de la defensa. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, expresó su pesar porque Sánchez no haya propuesto una estrategia firme para justificar el aumento del gasto militar y afirmó que esta carencia de previsión hace que sea «imposible» llegar a acuerdos en un asunto tan sensible.

Una decisión táctica con repercusiones políticas

Una decisión estratégica con implicaciones políticas

La decisión de Sánchez de evitar el Congreso para debatir el aumento del gasto militar refleja no solo las dificultades para construir consensos, sino también la estrategia del presidente para mantener la estabilidad de su Gobierno en un momento crítico. Sin embargo, esta postura podría tener consecuencias a largo plazo, ya que podría interpretarse como una falta de transparencia y de voluntad para involucrar a todas las fuerzas políticas en decisiones clave para el país.

En un contexto internacional marcado por tensiones geopolíticas y el conflicto en Ucrania, España enfrenta el desafío de equilibrar sus compromisos internacionales con las demandas internas de una sociedad que prioriza la inversión en políticas sociales. El desenlace de este debate será crucial para el futuro de la legislatura y para la capacidad de Sánchez de mantener el apoyo de sus socios parlamentarios en los meses venideros.

By Alfredo Mijarez P.

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